Una elegía es en pocas palabras, un poema de luto, un escrito sumamente triste. Esta cinta es una metáfora hacia este tipo de escritos y no precisamente un drama lacrimógeno. Es más la premisa es como el sueño de muchos: un profesor mujeriego que puede conquistar a cualquier alumna.

Así es David Kepesh, un donjuán que se regocija de todas sus aventuras amorosas (sobretodo porque huye al compromiso), hasta que conoce a Consuela: el amor de su vida. Viven un tórrido romance, hasta que el pasado del profe (cree que ella es vacía sentimentalmente y que algún día le va a poner el cuerno), arruina su relación y aleja a Consuela. Devastada, David vive una vida incompleta, una elegía por el amor perdida.