Últimamente se ha escuchado mucho la frase una de las mejores del año pero resulta que Juno es precisamente eso. Este drama-comedia, cierto aire punky pero también muy tierna lo tiene todo, incluyendo una actriz, un escritor y un director de lo más prometedores.
Historia
Juno no pierde tiempo en ir directo al grano abriendo con el tema de sexo entre adolescentes que termina en embarazo, lo cual seria un clímax escandaloso para la mayoría de las películas. Y Juno (Ellen Page) tampoco: esta adolescente poco convencional de Minnesota e inesperadamente futura mamá sencillamente no puede morderse la lengua ácida. Pero a medida que Juno logra aceptar su embarazo, también se enternece. Los términos que escogió para su embarazo – es decir, después de decidir en contra de realizar un aborto rápidamente— son que entregara el recién nacido a una pareja casada sin bebes, Vanessa (Jennifer Garner) y Mark (Jason Bateman), que viven en un suburbio exclusivo. Presentes para ayudar a Juno a llegar a estos términos son su padre (J.K. Simmons), su madrastra (Allison Janney), su mejor amiga (Olivia Thirlby) y, con cierta distancia, el padre de la criatura, Paulie Bleeker (Michael Cera), quien parece él mismo aun un niño. Pero resulta que Juno pronto va a descubrir que estos nueve meses no van a transcurrir sin dolencias físicas y emocionales de una intensidad que ni su mecanismo de defensa duro y helado podrá abatir; también descubrirá como ciertos adultos no quieren dejar de ser niños jamás.
Actuación
Lo que más impresiona es el alcance emocional de Page como actriz. Lo primero que le hará apegarse a Page es su habilidad para lanzar líneas sarcásticas rápida y rítmicamente a una increíble velocidad; Page es realmente hilarante, aunque al principio nos parezca que tiene cierto parecido con los personajes las comedias sitcom para televisión. Pero a medida que la película sigue su curso, su vulnerabilidad hará que usted se encariñe aún más con ella y lo conmoverá mucho más de lo que jamás hubiese podido creer, sobre todo al recordar como empezó la película. Justamente es esta transformación asombrosa pero creíble lo que nos hace pensar que esta podría considerarse la mejor actuación del año por una actriz. Si es verdad que a medida que avanza la película los demás actores aparecen menos tiempo sobre la pantalla grande, pero aun así la calidad no se ve afectada. El nuevo dios de los personajes geek Cera (Superbad) comprende tan bien como los demás aquello que hace que una comedia sea divertida; además ocasionalmente lanza unas pelotas curvas totalmente efectivas en las escenas tiernas; Garner, entrega una actuación de una delicadeza magistral enteramente opuesta a los papeles convencionales típicos para estos papeles; Bateman, nuevamente reunido con Cera – que fue su hijo en Arrested Development – y con Garner, la co estrella de The Kingdom, realiza, como de costumbre, una actuación impecable en su pequeño pero importante papel; y Simmons (Oz de la cadena HBO) y Janney son una grata sorpresa como selección de elenco para interpretar los personajes pensantes de espíritu libre que apoyan a Juno.
Dirección
El tono de esta película le resultará muy distinto a todo lo que haya oído últimamente – y eso se debe a su frescura total, en todo sentido de la palabra. Lo cual se debe a que la materia pensante detrás de esta película es un escritora que se estrena, Diablo Cody, y el director Jason Reitman (Thank You for Smoking), quien también es bastante nuevo. Es uno de los mejores guiones de debutantes que se haya visto en tiempos recientes, e intrépido al rehusar conformarse cuando por lo general los primerizos suelen equivocarse e irse por el lado conservador. ¡Cody no sólo escoge no tomar la ruta convencional sino que la rechaza vehementemente! Al mismo tiempo, Cody se despreocupa por darle a la película una fachada totalmente cool, lo cual se hace evidente con la Juno más dulce de la segunda mitad de la película. Luego está Reitman, quien se aparta un poco – pero no del todo tampoco – para darle a la escritora el espacio que ella necesita para conjurar su magia. El director -quien tampoco es un veterano en este arte- brilla no sólo en lo visual sino también en el aspecto del audio sino a través del tono. El toma el magnífico guión de Cody – que en manos de otro director hubiese con toda certeza tomado otro rumbo – para hilvanar la historia de tal manera que lo convierte en una cuasi obra maestra -simultáneamente optimista y pesimista. Y también se le debe en gran parte a Reitman que el elenco haya hecho entrega de unas actuaciones tan increíbles.