Por Tania Oropeza

“Todo eso que nos permite pensar que la muerte no existe”, se escucha decir a José Saramago a propósito de la belleza de una canción. Y es precisamente la belleza del documental José y Pilar la que nos permite pensar que José Saramago aún no se ha ido del todo.

A través de tomas cerradas que comunican una intención más íntima, el espectador se vuelve parte de un periodo de la vida del escritor portugués. La cinta, dirigida por Miguel Gonçalves Mendes, muestra el proceso de creación, producción y promoción de la novela El viaje del elefante, publicada en 2008. Sin embargo, sería errado encasillar la historia a un simple proceso. En realidad lo que aborda esta película son emociones, momentos significativos, situaciones enternecedoras, pero sobre todo una historia de amor entre Pilar y José.

Miguel Gonçalves, nos revela un Saramago sencillo, ingenioso, con un gran sentido del humor que en ocasiones es irónico, pero que en todo momento es admirable por su fortaleza e inteligencia. Nunca fue vencido por el tiempo, ni por la desesperanza. Durante cuatro años, el director siguió la vida cotidiana de esta pareja, y logró recolectar casi 240 horas de material filmográfico. De esta manera convierte al público en acompañante omnipresente de Pilar y José en viajes alrededor del mundo, en actos culturales, literarios y políticos, pero también invita a reposar y a sentir el fresco viento del atardecer en su casa de Lanzarote, en España. Este filme, sin duda, es un registro emotivo de la cotidianidad que José Saramago convertía en única, emocionante y generosa. Deja sentir muy cercano, por un instante, al hombre sutil, común, vivaz, que se convirtió en uno de los escritores más sobresalientes del siglo XX.