Quentin Tarantino está de regreso en plena forma con esta audaz épica de la segunda guerra mundial. Su mejor obra desde Pulp Fiction.
¿DE QUÉ TRATA?
Ambientada en Francia en la última parte de la segunda guerra mundial, el filme Inglourious Basterds brinca de una historia a otra durante varios capítulos antes de hilvanar todas las distintas historias para que desemboquen todas en un intenso y absurdo clímax.
Los Basterds del titulo de la película se refiere a un grupo elite de soldados americanos-judíos reunidos por el teniente Aldo Raine, descendiente de contrabandistas de alcohol ilegal del Sur de los Estados Unidos que le confía a sus soldados una tarea sencilla. Cada uno habrá de reunir el cuero cabelludo de 100 nazis occisos antes de que la guerra llegue a su fin. Cada vez que uno de los Basterds logra su escalofriante cometido la noticia corre como fuego y para cuando estos bravos soldados pisan el suelo francés no hay soldado enemigo que no sepa quienes son.
Mientras Shosanna Dreyfus, una judía francesa a penas escapó de pagar con su vida ante el escuadrón de la muerte que le quitó la vida a toda su familia inmediata rehace su vida en París y se crea una nueva identidad como la dueña de un cine de barrio. Mientras que la presencia de patrullas nazi se siente en todo rincón de la ciudad ella se desvive silenciosamente bajo un nombre falso a la espera del día que le brinde la oportunidad de cobrar ella también su venganza personal.
El destino de Shosanna y de los soldados Basterds convergen cuando el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels escoge el teatro de Shosanna para la premiere de su más reciente largometraje de propaganda nazi titulado Nations Pride. Con la colaboración de Bridget von Hammersmark, una vedette de cine alemana que trabaja como agente doble los aliados se enteran que la totalidad del alto comando nazi – Hitler incluido – estará presente. Ante la oportunidad de cobrar justicia al propio Hitler con su sello único y además poner fin a la guerra de un solo golpe, los Basterds elaboran una trama atrevida para infiltrar la premiere, colocar los explosivos en el teatro e incinerar con una explosiva explosión los invitados.
¿QUIÉN PARTICIPA?
Conocido por ser poco convencional cuando se trata de elencos el director de Inglourious Basterds Quentin Tarantino reunió un grupo de actores característicamente ecléctico en este nuevo largometraje mezclando actores veteranos con novatos, americanos con europeos y superestrellas con desconocidos totales. Luciendo unos ridículos bigotes y un acento sureño más tonto aún, Brad Pitt encabeza el grupo en el papel de Aldo Raine, mientras que el director de las películas de terror Eli Roth (Hostel I y II) debuta como actor encarnando a la mano derecha sadista de Raine, el sargento Donny Donowitz.
Es el elenco europeo que le da a Inglourious Basterds su marca de distinción. La estrella de National Treasure de origen alemán Diane Kruger es la perfecta figura para una película de matinée de los años 40 en su papel de la traidora von Hammersmark, mientras que el actor de estirpe irlandés Michael Fassbender (Jonah Hex) exude arrogancia inglesa como el encantador co-conspirador británico, el teniente Archie Hicox. Haciendo su impresionante debut en lengua inglesa en Basterds como la calladamente enfurecida Shosanna vemos a la radiante estrella francesa Melanie Laurent. El actor austríaco Christoph Waltz, como el coronel Hans Landa, es el sumamente excéntrico y brutalmente eficiente jefe de seguridad nazi en Francia. Alternando entre su lado hilarante y su lado terrorífico el Landa interpretado por Waltz es sin duda alguna el villano más imponente que se haya visto en el telón desde el Joker de Heath Ledger en The Dark Knight.
LO BUENO
Nadie logra realizar dramáticos cambios de tono más efectiva y enérgicamente que Tarantino, e Inglourious Basterds hace la transición sin descanso alguno entre la alta tensión y la comedia sofisticada, la carnicería brutal y fantasía ligera – todo condimentado con el distintivo dialogo y chispa característica del director. Este filme es fácilmente su mejor obra desde Pulp Fiction (1994).
LO MALO
Con una duración que sobrepasa las dos horas y media, hay momentos en que el ritmo de Inglourious Basterds se alarga seriamente. Tarantino es ante todo un director que se esfuerza por brindarle todo al actor, y a veces Tarantino se enamora de forma tal con una interpretación que permite que una escena se extienda mucho más allá de lo necesario.