-Por Oswaldo Betancourt L. @rockswaldo

Un enfrentamiento más entre licántropos y vampiros, una vez más tenemos a la bella Kate Beckinsale como Selene, lo malo es que su personaje, como la saga, ya se sienten agotados y sin sangre para seguir en pie.

La protagonista es una paria, la persiguen los hombres lobo porque quieren la sangre de su hija. Su raza la desprecia, sin embargo, deciden rastrearla para que los entrene porque es la guerrera más fuerte.

La acción cae en lo mismo de siempre, no termina de atrapar o emocionar. Ni siquiera ayuda la transformación de Selene a manos de una especie de vampiros blancos; lo malo es que el cambio es más de forma que de fondo.

Los antagonistas no tienen mucha presencia, lo cual va de la mano con miembros nuevos del elenco que no aportan mucho a la imagen de este universo, como Theo James, aunque su incorporación tal vez responde a un esfuerzo por tratar de jalar a otro tipo de audiencia, pero no parece que la estrategia vaya a funcionar cuando la película tiene tantas carencias corriendo por sus venas.