Roma, 1984. Aria tiene nueve años. Sus egoístas padres, a punto de divorciarse, sólo atienden sus propias necesidades. Contrario al amor que reciben sus hermanas mayores, Aria es víctima de una dolorosa indiferencia. Aun así, ella desea querer y que la quieran. En la escuela tiene excelentes resultados, pero sus compañeros la consideran una marginal. Es una incomprendida. Su gato Dac, y Angélica, su mejor amiga, son su única compañía. Un día, cansada de todo, Aria toma una decisión trascendental e inesperada.