Por Héctor Cruz

En plena fiebre mundialista llega a las salas de cine Ilusión Nacional, cuarta obra como director de Olallo Rubio. Esta cinta es un documental sobre el futbol, enfocado principalmente en la historia deportiva de la Selección Mexicana, que de no ser de unos años a la fecha, de 2005 al presente, siempre había estado marcada por los fracasos y derrotas monumentales.

Si eres un aficionado al balompié redescubrirás de manera cronológica los pasajes más importantes del Tricolor en los Mundiales, esos que has visto hasta la saciedad (las fallas frente a la portería, los penaltis fallados, las goleadas recibidas, los casos de corrupción). Quizá ahora verás todo esto condensado en una sola obra, pero seguramente esos fragmentos están en tu memoria producto de haber sintonizado cientos de programas deportivos. Por momentos se asemeja a “Hazaña Futbol”, esa serie de documentales hechos por Editorial Clío de Enrique Krauze.

El documental trata de ser crítico e incluso ironiza en algunos momentos, toca temas que los periodistas deportivos han evidenciado como la corrupción, la mala preparación de los dirigentes, la sobreexplotación de la imagen de los futbolistas, el poder de las televisoras e incluso, la cercanía que suelen tener los presidentes mexicanos con el Tricolor cada vez que se acerca la Copa del Mundo.

Si no eres aficionado al futbol o detestas este deporte, difícilmente te llamará la atención, quizá podrás conocer cómo ha sido la participación de México en todos y cada uno de los mundiales, algunas historias negras y de éxito de este deporte, pero la cinta puede llegar a ser tediosa e incomprensiblede tanta información, además de que no hay entrevistas nuevas, todo es archivo.

Olallo Rubio ha reconocido que no es un aficionadode cepa de este deporte, que le tomó pasión de unos años a la fecha. Quizá por ello vio con novedad y frescura algunas historias muy añejas o muy sobadas del balompié.

Un punto a favor de Ilusión Nacional es el rescate de algunos clips poco conocidos, como escuchar a Hugo Sánchez entonando una canción para el Mundial de México 86 o a la selección mexicana completa dedicándole una rola a Carlos Salinas de Gortari. Pero, obviamente, esto sólo conmoverá a los ya evangelizados por el futbol, que no necesitan razones para continuar con su pasión.

La edición del documental es otro de los puntos fuertes, ya que hay materiales, prácticamente, de todas las décadas y formatos habidos y por haber de 1930 a la fecha y con ellos tuvieron que trabajar y darle forma a la obra, además, siempre será espectacular ver estas imágenes en pantalla grande.