Escrita
y dirigida por Paolo Sorrentino, plasma de forma valiente y cínica la caída
política de uno de los personajes más aterradores, enigmáticos y emblemáticos
de Italia durante casi cincuenta años, Giulio Andreotti; pilare de la
Democracia Cristiana, un Julio Cesar moderno que controla el destino de un país
plagado de intereses y trasfondos. Mafia, religión y política en un caldo de
cultivo orquestado por un hombre, bajo la fuerte convicción cristiana: "Yo no
creo en la casualidad, creo en la voluntad de Dios."

Un
retrato interpretado magistralmente por Toni Servillo, que se mete en la piel
de este personaje: sereno, solemne, poderoso en su medio y tímido en su
interior.
Poseedor de la verdad absoluta, respaldado por Dios. Con una lucidez
lúgubre que pudiera parecer inocentemente maligna. Presto ante cualquier ataque
y brutalmente inteligente. Frágil solamente en casa y sin remordimiento
aparente de sus crímenes. Perpetuando el mal para conservar el bien.

Por Enervantes