Es algo así como el hijo menor de Shrek. Y no lo digo en nivel de calidad o trascendencia, sino de temática: un personaje desagradable es visto como alguien noble y bonito. Mmm. Bueno, seguramente ubicas al personaje recurrente de Igor, el jorobado sirviente de miles de monstruos. En el pueblo ficticio de Malaria, la agricultura, su principal fuente de economía atraviesa por una crisis (qué familiar suena), por lo cual el Rey dicta una orden para que todos los habitantes inventen maquinas para salvarlos.

Uno de ellos es Igor, quien tiene grandes habilidades científicas mal orientadas: resucitó a un conejito y lo volvió inmortal, y a un robot le dio un cerebro humano. Su talento es opacado por el ego de su jefe, el doctor Glickenstein, sin embargo Igor tratará de ser reconocido aunque nadie le crea, o no parezca ser inteligente.

Si tus niños aún quieren ver más cintas animadas, pues llévalos al cine a cualquiera de estas opciones:

Monstruos vs. aliens, la mejor cinta de animación de lo que va del año.

Dragon Ball, karatazos patrocinados por Goku y los recuerdos de esta caricatura.

Otra película de huevos y un pollo, vela si ya no tienes otra opción.