El mejor cine de acción, en el que se rompen huesos, el que tiene a los mejores actores en peleas y persecuciones, y el que nos muestra violencia de manera desenfrenada, no viene de Estados Unidos, ni de Francia, sino de Indonesia.

Indonesia, país que crea entre 80 y 90 películas al año (en México se estrenaron apenas 60 películas en 2013) y con más de 200 millones de pobladores, es un lugar muy fértil para el cine. La nueva entrega de este país es una obra del director galés Gareth Evans:The Raid 2 es un espectáculo de violencia y artes marciales pocas veces visto antes.

Evans, a pesar de ser británico, se formó en el cine de Indonesia, en donde con tres películas y varios cortometrajes, ya se ha hecho el nombre de uno de los directores más innovadores en el género. Con coreografías perfectas, acción trepidante y excelentes actuaciones, incluidas las de la estrella de las artes marciales Iko Uwais, sus películas The Raid y The Raid 2 son ya clásicos contemporáneos del cine de acción.

Otra región asiática que ya lleva un tiempo haciendo excelentes películas de acción y violencia es Corea del Sur, con cintas como Oldboy, I Saw The Devil, Taegukgi, y directores como Bon Joon-Ho y Park Chan-wook y Kim Jee-woon, quienes ya tienen películas en Hollywood debido a su éxito local. En estas películas todo es más real, más violento y más creativo en su propuesta visual, de edición y de guión. Veamos algunos ejemplos de hiperviolencia asiática:

Oldboy (2003)

El notable trabajo del coreano Park Chan-wook con su trilogía de la venganza, empezando por Simpatía por el Señor Venganza, Oldboy y Simpatía por la Señora Venganza, lo ha colocado como uno de los directores más innovadores de su generación. El mismo Spike Lee acaba de hacer un remake, no tan afortunado como su antecesora, de su obra maestra Oldboy. Park es uno de los más conocidos directores más conocidos de su país y ahora trabaja en Hollywood.

The Raid (2011)

Un comando SWAT decide entrar a un edificio que alberga a uno de los capos más temibles de Indonesia. Lo que no saben es que caerán en una trampa, en donde cada piso les ofrecerá más obstáculos para poder capturar al líder criminal:

https://www.youtube.com/watch?v=6f6f_kfp1Z8

The Raid 2 (2014)

Continuación de la primera parte en donde Rama (el líder del comando SWAT de la anterior cinta) ahora tiene que enfrentarse a dos bandos criminales, uno indonesio y otro japonés, que se disputan el control de la ciudad. Las secuencias de acción y las peleas hacen palidecer a todo lo visto antes.

Snowpiercer (2013)

Un tren trans mundial potenciado por un motor con energía infinita, viaja a través de lo que queda del mundo después de una catástrofe climática. En este vehículo reside todo lo que queda de la humanidad y el mundo, incluso los aspectos negativos de los seres humanos, quienes son separados en vagones por su posición social. En el tren se desencadena una rebelión, en donde los más pobres deciden sobre ponerse a la represión ejercida por los poderosos. Dirigida por Bong Joon-Ho (Mother, Host) Snowpiercer es una metáfora de nuestros tiempos. Brutal.

I saw the devil (2010)

Dirigida por Kim Jee-woon, creador de una de las mejores películas de fantasmas con a Tale of Two Sisters, cuenta la historia de la venganza y persecución de un policía a un asesino serial, quien mató a su esposa. Jee-woon, como todos los directores previos, también fue contratado en Hollywood para hacer una película con Arnold Schwarzenegger.

Suicide Club (2001)

Por supuesto que el cine japonés no es extraño a este tipo de películas, y muestra de esto es el trabajo del director Shion Sono. En esta película, nos habla de un suicidio colectivo realizado en una estación del metro en Tokio, en donde adolescentes se ponen de acuerdo a través de mensajes para verse y aventarse a las vías del tren. Sono tiene una filmografía muy interesante, que va desde esas películas violentas como Coldfish hasta Himizu, que habla sobre el tsunami que afectó a Japón hace unos años.

¿Eres fan de este tipo de cine?