Todos queremos ir en una escuela tipo Hogwarts, sin embargo, la transición de la primaria/secundaria también afecta a los magos. Es por eso que en la cuarta entrega del Mr. Potter, El cáliz de fuego, todo se vuelve vulnerable (gracias a los cambios hormonales). El gran torneo de Quidditch y el baile donde los chamaquitos magos se nos vuelven calenturientos es grandiosamente muggle-adolescente.