PorCarlos Arias

Multitudes que huyen despavoridas en las calles de Manhattan, en medio de explosiones, muertos y choques de autos: la escena es familiar por cientos de películas de desastres, de monstruos y del fin del mundo.

Esta vez la amenaza corre a cargo de un ejército de zombies que, a causa de un virus, se rebela contra los vivos e inicia una Guerra Mundial contra la humanidad. Sólo Brad Pitt, en el papel de Gerry Lane, un investigador de las Naciones Unidas, podrá detenerlos. Mientras Gerryprotege a su familia, formada por su esposa y sus dos hijas, debe recorrer el mundo para librar la guerra planetaria contra los muertos.

Ésta se trata de una nueva versión del clásico La noche de los muertos vivientes, pero a lo bestia. Guerra Mundial Z, obra de Max Brooks,es llevada a dimensiones universales, en el contexto de una superproducción de efectos especiales ambientada en diversos países.

Por supuesto, no faltan las escenas obligadas en el género (personajes que se encierran mientras los zombies merodean detrás de la puerta), tampoco los escapes en automóvil (mientras los muertos vivos tratan de meterse por ventanas o romper el parabrisas), el auto que no arranca, muertos por doquier y hasta el ejército de EU como la única esperanza de salvación.

Guerra Mundial Z es claramente un homenaje a varios géneros, pero también es una película de Brad Pitt dedicada con amor a… ¡Brad Pitt! El actor adquirió los derechos de la novela de Max Brooks, se convirtió en productor, obviamente en actor siempre a cuadro y hasta eligió al director que creyó más adecuado para llevar adelante sus ideas, Marc Forster, cuya habilidad para la acción se mostró en la entrega de James Bond Quantum of Solace.

El resultado es una película que tiene poco de terrorífica pero mucho de acción épica. Hay poco terror psicológico, a menos que entendamos por “psicología” a los primeros planos de Brad Pitt que interrumpen cada escena. En todo caso, esta vez el género se acerca más a la ciencia ficción apocalíptica que al de los muertos vivientes.

Por supuesto, en torno de la película flotan sucesos reales, como el atentado contra las Torres Gemelas, con el pánico en Manhattan o escenas de secuestro de un avión, pero además tiene alusiones a ciertas pesadillas contemporáneas como la sobrepoblación, el terrorismo global o las pandemias.

Lo mejor son los 15 minutos iniciales y las secuencias de persecuciones: cuando se presenta la acción trepidante que uno fue a buscar a la sala de cine.

La película decae cuando se dedica a desarrollar una trama, con el protagonista como descubridor de la salvación de la humanidad. Guerra mundial Z es algo floja cuando se trata de armar un argumento coherente, pero ¿acaso puede haber una “trama” que valga, cuando los muertos nos corretean pisándonos los talones?