Multipremiada película uruguaya, ganadora en festivales como el de San Sebastián, Habana, y Chicago, destacando con el Gran Premio del Jurado en la Berlinale de este año. Se abre camino dentro del cine gracias a una simpleza tan bien elaborada con la que el director argentino Adrián Biniez relata una comedia de amor sencilla, con una pareja real, representativa de una población mayoritaria con la que todos podemos sentirnos identificados.

Gracias a su sencillez, es una cinta que no necesita gran descripción, sino una recomendación para descansar de las típicas historias estadounidenses o europeas. Los personajes, primarios y secundarios, nos alejan de estereotipos cinematográficos para acercarnos a personas más típicas de la vida.

Difícil pensar en un mejor protagonista que Horacio Camandulle para interpretar a Jara, supervisor nocturno detrás de las cámaras de un supermercado, refugiado en el metal que constantemente escucha en sus audífonos y con el que sonoriza una aparente vida monótona. Un día de trabajo descubre a Julia (Leonor Svarcas), una trabajadora de limpieza de la cual queda profundamente enamorado al grado de llevar su gusto a una obsesión, que lejos de asustar, irá sacando a flote un lado tierno guardado dentro de este gigante.