Esta semana, con el estreno de El espía que sabía demasiado, vemos la interpretación de uno de los cinco nominados a mejor actor en los Oscares. Gary Oldman la hace de un espía que, en la misión previa a su retiro, encontrará historias de traición, mentiras e intriga que tambalearán su mundo.

Oldman ha sido un hombre activo en Hollywood, ha participado en la saga de Harry Potter y Kung fu panda entre otras, pero nunca con una interpretación que llame la atención de la Academia.

Las probabilidades de Oldman para llevarse la estatuilla a casa son muy pequeñas. Por eso, y por pura curiosidad, armamos esta nota que recuerda algunos de los momentos en que los Oscares se volvieron impredecibles y sorprendieron con sus resultados.

Aquí algunos casos que podrían mantener vivas las esperanzas para Oldman:

Cuando Woody Allen le ganó a Star Wars
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Woody (Especial)

En 1977 todo parecía estar decidido: Star Wars había empezado la oleada de fanáticos que hoy todos conocemos y su victoria en los Oscares parecía inminente, pero no lo fue.

El director neoyorkino Woody Allen se ganó varios enemigos en el mundo de la ciencia ficción cuando Annie Hall, su obra maestra, salió victoriosa como mejor película, mejor guión y mejor dirección (ganándole también a Steven Spielberg), categorías en las que competía con la legendaria película de George Lucas y de las que, sorprendiendo al mundo, salió victorioso.

Cuando Zona de miedo le ganó a Avatar
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Avatar (Especial)

En 2010 la Academia decidió no ser predecible a toda costa: Avatar había arrasado en taquilla y muchos premios y sólo le faltaba hacer lo mismo con los Oscares, pero no fue así.

Zona de miedo, una pequeña producción sobre un grupo militar que se organiza en el caos de la guerra, terminó llevándose el premio mayor, pues fue nombrada la mejor película por encima de Bastardos sin gloria, Amor sin escalas, Up y claro, Avatar, entre otras.

Zona de miedo es la “mejor película” que menos ha recaudado en taquilla en la historia.

Cuando Bigelow le ganó a Cameron
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Bigelow (Especial)

También en 2010 (y también con Zona de miedo y Avatar), el Oscar a mejor director fue a dar a manos de una mujer por primera vez. Todo parecía una telenovela, pues Kathryn Bigelow no sólo triunfó sobre James Cameron como su colega, sino como su ex esposa.

Ambos directores se habían divorciado recientemente y llevaron la competencia a la Meca del cine, ¿por qué no?

Cuando el mejor guión no tenía diálogos

En 1956 El globo rojo, un cortometraje francés, se coló en la lista de los Oscares para ser premiado por mejor guión original. La cosa es que, mientras que la cinta cuenta la historia de un globo que sigue a un niño por las calles de París, no hay un solo diálogo. Asumimos que la acción y la estructura dramática son excepcionales, y dejó a todos sin palabras…

Cuando Bullock fue la mejor y la peor

De nuevo 2010. Sandra Bullock ganó el Oscar por su interpretación en Un sueño posible y conmovió a la audiencia con su papel de madre en la cinta. Lo insólito es que un día antes del evento había sido nombrada la peor actriz del año (en los polémicos Golden Raspberry) por su papel en Alocada obsesión.

Con orgullo, la actriz fue a ambas ceremonias de premiación y dio la cara para lo bueno y para lo malo.

Cuando Adrien Brody ganó uno de uno
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Brody (Especial)

En 2003 Roman Polansky presentó El pianista, y a pesar de ser fugitivo del gobierno estadounidense, la Academia lo nombró mejor director y le mandó su Oscar por correo.

Pero nadie esperaba que el protagonista de la cinta, Adrien Brody, se llevara la estatuilla: era nuevo en la industria, nunca había sido nominado y competía con Jack Nicholson y Nicolas Cage (entre otros). No sólo ganó, sino que al recibir el premio le plantó un beso a Halle Berry que hasta hoy no hemos olvidado.

Cuando Frances McDormand ganó por Fargo

En 1997 los hermanos Coen lograron llamar la atención de la Academia con un thriller muy a su estilo. Fargo es una historia sobre una policía embarazada en un pequeño pueblo que atrapa a un peligroso asesino en serie, casi sin darse cuenta.

Frances McDormand se llevó la estatuilla de la misma forma, casi sin esfuerzo. La tranquilidad y entrega a su personaje la hicieron resaltar sobre Kristin Scott Thomas y Diane Keaton ante los ojos de Hollywood y ovacionada de pie por todos los presentes aceptó el premio.

Cuando McDaniel fue la primer afroamericana
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Mcdaniel (Especial)

En 1940 la interpretación de Hattie McDaniel en Lo que el viento se llevó obligó a la Academia a dar un Oscar, por vez primera, a alguien de color. McDaniel estaba sentada en una esquina, segregada (no estaba permitido que se sentara con gente blanca), y tardó mucho tiempo en llegar al escenario cuando dijeron su nombre. Elegantemente agradeció, y conmovida regresó a su lugar.

Ésta fue también la primera vez que una persona de color asistió a la ceremonia de premiación como invitado y no como sirviente o empleado.

Por lo visto, nada está escrito hasta que los premios se reparten. Y es que la actuación de Gary Oldman es merecedora del reconocimiento recibido, ¿sorprenderá en la ceremonia de los Oscares?

Nuestra predicción dice que George Clooney o Jean Dujardin se llevarán la estatuilla, pero quién sabe, todo puede pasar…

¿Ustedes cuáles recuerdan?