Por Juan Carlos Zamudio

Tim Burton es todo un genio cuando se trata de crear un universo alrededor de sus personajes y en esta cinta logra hacerlo con una gran maestría. El escenario de Frankenweenie es una viaje de regreso al estilo gótico, excéntrico y romántico de Burton. Además, al utilizar el stop motion en blanco y negro hace que la experiencia se vuelva única.

A pesar de que Frankenweenie hizo que Burton fuera expulsado de Disney en 1984 por tratar temas que no estaban en la línea de la empresa, 28 años después el director logró producir un proyecto totalmente nuevo e irónicamente producido por quienes alguna vez lo rechazaron.

La cinta narra la historia de Víctor Frankenstein, un chico solitario que pasa sus días grabando películas en Súper 8 con su perro y mejor amigo, Sparky. Ambos eran compañeros inseparables hasta que un terrible accidente termina con la vida de Sparky, al menos momentáneamte. Devastado por la muerte de su mejor amigo, Víctor decide poner en práctica sus clases de ciencia y regresa de la muerte a su mejor amigo; muy en la línea de Frankenstein.

Víctor trata de ocultar a su perro no-muerto y lo encierra en su ático mientras él va a la escuela, pero Sparky escapa y llena de terror a sus vecinos. Cuando sus compañeros de clase se enteran de lo que está pasando, deciden copiar la idea de Víctor y hacer lo propio con sus mascotas, pero todo sale mal.

Sin lugar a dudas es un film que todos los fans de Tim Burton tienen que ver, y los que no son tan entusiastas del director saldrán con una gran satisfacción de la sala de cine.