Fueron dos meses.

Sólo ocho semanas de convivencia para que Janus Metz,un simple comunicólogo-cineasta se convirtiera en uno más del pelotón. En esetiempo convivió con un puñado de soldados jóvenes, platicó con ellos, sehicieron amigos. «La clave fue irme a emborrachar con ellos», nos cuenta en elFestival Internacional de Cine Morelia en una entrevista exclusiva que nosotorga después de presentar su cinta, Armadillo. Film que le hizo ganar en laSemana de la Crítica en Cannes.

Metz quien se ha caracterizado a lo largo de sucarrera por retratar con su cámara historias de crítica social -como la odiseade los migrantes africanos en el Sahara para poder llegar a Europa a -, dirigeeste documental que tiene una virtud inusual para el género: no contienemensajes políticos, es una historia humana donde los sentimientos son másimpactantes que la pólvora y la sangre derramada en la guerra en Afganistán.

«Mucha gente se ha sorprendido mi película: no sabíanque Dinamarca estaba en guerra». Tampoco nosotros y Metz, tuvo problemas para nosólo para financiar su cinta, sino para estar en el frente de batalla. Pero esono fue lo más complicado del rodaje… estuvo a punto de salir herido en unaemboscada -que podemos apreciar en la cinta-, afortunadamente los militaresdaneses lograron eliminar a sus enemigos en un punto climático de la cinta. Yal decir "climático" tal vez se imaginen que es una secuencia de acción, estodo lo contrario, son escenas donde la fragilidad humana y su vulnerabilidadse ponen a prueba.

Acontinuación ve la entrevista donde profundiza sobre su técnica, la motivaciónde la cinta, y la situación política-social que rige Europa.

*** Checa nuestra crítica de Armadillo. Gran cinta ***