EL BAILE DE SAN JUAN

2/5

El cine nacional no puede vivir de buenas intenciones. Muchomenos, tomar como pretexto un evento como el ya decadente Bicentenario para presentarpelículas de dudosa calidad. La coyuntura es pasajera, así como el patriotismoconformista que nubla la vista, y alaba estas cintas que tienen como marco principalnuestra historia nacional. Pero lo que más tristeza da con una cinta como Elbaile de San Juan es que en teoría, en el papel y en la producción, pintabapara ser una película que podía romper paradigmas y convertirse en un hito parala filmografía del país -nunca se había retratado de tal forma y con talpresupuesto el Virreinato en el cine-.

Sin embargo, las ideas a priori, se derrumban frente al guión descompuestodel director Francisc Athié, que si bien puede decir que estudió y leyó una decena delibros sobre la época Colonial, -lo cual no está en tela de juicio, alcontrario su veracidad histórica es implecable- la trama y los personajes sondesangelados y a los pocos minutos de haber iniciado el film, pierde la forma yel fondo: no sabes qué estás viendo, si la historia entre dos amantes, laInquisición, el Virrey… parece que aglutinó un puñado de personajes de distintascastas y concibió una historia forzada donde nunca te interesas por laspersonas que ves en la pantalla.

La sinopsis resumida: un actor de teatro (José María deTavira) descubre que es mestizo, ataca al hombre que lo delata y después sevuelve loco. Es cuidado por su madre indígena y luego llevado frente a laInquisición. Su "novia" está embarazada, pero le ha traído vergüenza a sufamilia. El Virrey y su esposa tiene problemas de alcoba, pero también hay unodio de la Iglesia hacia San Agustín porque ha provocado ritos "paganos" y… etcétera.Claro que hay crítica y similitud entre la diferencia de clases de aquel Méxicocon el de hoy en día, y sí también conocemos pasajes desconocidos como lainfluencia africana en la cultura, el poder del Santo Oficio en la Nueva Españay la vida de aristócrata; pero sin un sentido argumental se vuelvenirrelevantes.

Alparecer, todo el equipo del film centró su atención en los detalles visuales,en el diseño y en la producción exquisita de vestuarios y locaciones del sigloXVIII. Los vestidos son esplendorosos, el lenguaje está basado en obras deteatro del Siglo de Oro, y hasta los muebles parecen tener el sello que dice "Hechoen la Nueva España". Es cierto, es algo que nunca habíamos visto, y es impresionante(en su medida claro está, se nota la imagen muy manipulada por computadora) verel Zócalo, la Catedral y el Centro Histórico como las describió Humboldt. Peroinsistimos, si la historia no tiene catarsis, ni tampoco giros en la trama, escomo ver un episodio en Discovery Channel sobre el Virreinato.