Sería una exageración afirmar que comienza la carrera por los premios de la crítica, pero también sería una blasfemia no admitir que esta cinta sólo tiene un propósito: elevar el ego de los protagonistas a través del sentimentalismo y unos papeles que tocan fibras sensibles.

Robert Downey y Jamie Foxx hacen una buena dupla como un par de hombres que inconscientemente, cambian su vida. Un periodista conoce a un prodigio de la música que tuvo que abandonar su carrera las armonías clásicas por su esquizofrenia. Ahora sobrevive tocando su violín y chelo en las cales de Los Angeles. Hasta que el reportero Steve Lopez del L.A.Times decide ayudarlo a encontrar tu camino. Ahí vienen las lágrimas.