–PorOswaldoBetancourt L.@rockswaldo

No exagero al decir que es una de las mejores películas del año, así de simple, así de sencillo. La primera adaptación cinematográfica de El Principitose hizo en 1974, cuarenta y un año más tarde llega el primer largometraje animado a cargo de Mark Osborne, director de Kung Fu Panda.

La película tiene la esencia del texto, pero va más allá de la obra escrita por Atoine de Saint-Exupéry. Justamente, lo atinado fue no hacer uncopy pastedel libro, sino retomar algunos pasajes e insertarlos como referencias para proponer un relato nuevo, rico y bien contado.

Conviven a lo largo de la cinta dos estilos de animación diferentes que en un punto se cruzan de manera ingeniosa, pero para mí, sobresale la que se apega a la estética de la novela corta, está llena de calidez y ternura en comparación con su contraparte; en pocas palabras, es magnífica.

Manuel “El Loco” Valdés dejó la locura de lado para hacer un trabajo impecable con los diálogos en español de El Aviador, se puede decir que el doblaje en nuestro idioma en bueno en general (excepto por una voz que suena demasiado fresa, pero no diré cuál es para evitar spoilers), pero también suenan irresistibles las versiones en inglés – idioma original de la película – y francés por contar con las voces de Marion Cotillar, Vincent Cassell,Jeff Bridges, Benicio del Toro, James Franco y más.

En cuanto al fondo, el guion abarca metáforas y lecciones de distintos niveles, algunas serán para la audiencia infantil, pero una gran parte va dirigidas a un público mayor, pues entre los temas tratados se encuentra la infancia, crecer, y partir. Lo normal sería que te gustara, a menos que no tengas corazón.

Veredicto: “Lo esencial es invisible para los ojos”, es una de las enseñanzas de la película, pero debes abrir bien los ojos para disfrutar esta joyita.