Por Jaime Azrad

Robert Fitzgerald Diggs, mejor conocido como RZA, debuta como director en una mezcla de géneros que no logra despegar a pesar de buenas actuaciones.

Después de años de planeación y motivado por su pasión por las artes marciales, el productor musical y líder del grupo de hip hop Wu-Tang Clan escribió, dirigió y protagonizó esta historia de acción con toques de western que, a pesar de un gran esfuerzo, entrega resultados ambiguos.

La épica historia donde un grupo de guerreros, un clan de asesinos y un solitario forastero que unen sus fuerzas para luchar contra un traidor no se nos presenta de manera interesante, sino que combina estilos narrativos y es innecesariamente complicada.

El guión de El hombre con los puños de hierro ni siquiera resulta atrayente en su planteamiento, por lo que su reparto, entre los que figuran Russel Crowe y Luci Liu, se desvanece a pesar de sus buenas interpretaciones.

RZA narra la historia y lleva a la cinta a una sensación de falsedad desatinada que busca justificarse con ángulos de cámara un tanto extraños y una producción de primera.

Las escenas de acción tienen estilo y crean los únicos momentos en que la audiencia podría disfrutar visualmente de una trama que no supo por dónde irse.

El multifacético cantante neoyorkino filmó Bobby digital en los noventa, una película que nunca fue exhibida y desde entonces planeó su ópera prima, pero parece que no todo mejora con el tiempo.