¿De qué va?
De cómo Babette pone un poco de sazón a las insípidas vidas de dos hermanas protestantes y su congregación. A través de los platillos que Babette prepara poco a poco se cautivan los sentidos de una comunidad que parece congelada en la cima se una montaña.

Su mejor escena foodie:
El festín mismo. Una escena de casi veinte minutos en la que Babette prepara un menú completo de la entrada al postre (con los vinos respectivos para maridarlos). Aunque al principio los invitados se resisten a reconocer lo buenos que son los platillos de Babette, se ablandan como la carne y muestran sus pasiones.

Después de verla se te antoja:
Una de dos, o una sopa de fideos súper casera (de esas que te sacan la lagrimita porque te recuerdan a tu mamá) o un postre súper elaborado.

https://www.youtube.com/watch?v=VMrUMLCeOnw