Por Oswaldo Betancourt L.

Si en La Vida de Adèle hay una historia de amor (lésbica), en El Extraño del Lago te enfrentas a un relato de pasión y suspenso (homosexual). Los paréntesis anteriores están ahí porque encierran características que no son el tema principal de estas películas, pero sí tienen un peso importante.

La cinta de Alain Guiraudiees un thriller sobre el deseo:el lago está rodeado por un bosque, es un lugar sumamente íntimo, sin embargo este panorama lleno de tranquilidad no es un lugar romántico, sino el punto de reunión de hombres para estar desnudos, nadar, platicar y, principalmente, tener relaciones sexuales y dejarse llevar por el momento sin importar nada más. Es un territorio lleno de extraños que únicamente se conocen de vista, lo cual permite que sucedan cosas turbias.

Franck es un joven que frecuenta este lugar todos los días. Ahí hace amistad con Henri, un hombre heterosexual (quizás por eso se mantiene apartado del resto) recién separado. Franck quisiera estar con Michel (apenas unos años mayor que él) pero éste ya tiene a alguien.

Una tarde Franck se queda hasta el anochecer, ya no hay nadie más y ve cómo Michel ahoga a su amante (un plano secuencia lleno de tensión), sin embargo eso no le impide comenzar una relación con él al día siguiente y seguir asípor unos días, aunque siempre preguntándose si a él le va a pasar lo mismo.

Es una película bastante sencilla, hay pocos personajes ytodo se desarrolla en un solo lugar (nos enteramos de cosas que pasan fuere de este sitio, pero no las vemos). Un aspecto cinematográfico que debe rescatarse es el uso de la luz natural, utilizada atinadamente en este caso. No cualquiera se atreve a contar una historia de este tipo y a utilizar estos recursos.

La película también muestra diferentes tipos de interés en el otro, la relación entre Franck y Henri se inclina más hacia la amistad, mientras que lo que hay entre Franck y Michel es algo físico, sin llegar necesariamente a lo íntimo.

Fuera de que vas a ver penes todo el tiempo, hay dos escenas bastante explícitas, quizás esto reduzca su número de butacas ocupada, eso y el ritmo calmado, aunque si lo sabes llevar, te mantiene en un plano de suspenso constante que despunta en la recta final y ahí concluye, sin resolver el desenlace, lo que te deja con una sensación de desconcierto e intranquilidad.

Necesitas poner un poco de tu parte e ir con la mente abierta, tampoco es que nunca hayas vistos desnudos (parciales o totales) en otras películas (de cualquier tipo) y al final, repito, no es lo principal de esta película francesa, ganadora del premioUna Cierta Mirada en el Festival de Cannes del año pasado.