Por Alejandro Fuentes

Tarde, pero por fin llegó a México esta película que Stuart Hazeldine concibió de principio a fin (no sólo hizo el guión, sino además financió la producción). Nominada en los Raindance Award –que premian las películas que no reciben apoyos tradicionales de la industria fílmica– y los British Independent Film Awards en 2009, el filme lleva al extremo la austeridad en la producción: toda la acción tiene lugar en una habitación aislada en donde se dan cita ocho candidatos que compiten por un puesto de alto rango en una empresa que, conforme avanza la trama, notamos que ha descubierto el remedio contra una pandemia que afecta a la humanidad. La lúgubre habitación está vigilada por cámaras y por un guardia que se encargará de desalojar a quienes no cumplan las reglas: no interpelar al guardia o al reclutador que da las instrucciones, no salir de la habitación ni desaprovechar la hoja de papel que cada quien tiene asignada. Nadie sabe qué más hacer. La tensión desde ese momento está asegurada, pues se aprovecha al máximo un escenario bien conocido de la literatura del siglo XIX: una habitación que produce claustrofobia, misterio y la condición humana (Poe y Dostoievski, con un toque del siglo XX tomado de George Orwell).

La trama inevitablemente lleva al surgimiento de estereotipos humanos. Desde el punto de vista psicológico hay momentos realmente notables (ésta es una película que los interesados en la conducta no se deberían perder, sociólogos, psicólogos, etc); sin embargo, en otros momentos el guión irrumpe de más y desactiva las escenas de naturalismo crudo con clichés desaliñados (¿o nadie ha visto antes ese momento en donde un remedio ‘accidentalmente’ se cae por la coladera?). Los personajes, también, son un tanto irregulares, pues mientras algunos están perfectamente redondeados, otros no dejan de ser eso: personajes de una película. De no ser por esos momentos de intromisión y por un final soso en comparación con la ambición del conjunto, ésta, sin duda sería una obra maestra. Aún así, es una buena recomendación para aquellos que buscan películas que fomentan la reflexión y las interpretaciones que dan paso a discusiones largas e interesantes.

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