Por Miguel Rivera

Hemos visto esta historia miles de veces pero por alguna razón seguimos pagando por volverla a ver. La fórmula del viejo experto y el nuevo emprendedor que unen fuerzas para derrotar a un mal mayor ha estado presente desde los años dorados de Hollywood y sigue funcionando. Tal vez esta sea la razón por la cual El Chef funciona, su historia es predecible sí, pero toca ciertos puntos sensibles de nuestra humanidad que nos hacen reír y llorar en cada ocasión.

Alexandre Legarde (Jean Reno) es un chef reconocido con tres estrellas Michelin (el máximo galardón en el mundo de la gastronomía) quien gusta de hacer las cosas a la antigua, buena gastronomía francesa del siglo pasado. Por otro lado Jacky Bonnot es un joven chef que desea introducir la cocina molecular contemporánea al restaurante y de ahí se desata la comedia. Es lo viejo contra lo nuevo, la experiencia contra la juventud. Esta dinámica funciona por la buena química entre ambos personajes, un acierto de casting que salva la película pues la mayoría de los momentos memorables se basan en el mutuo aprendizaje por el que pasan ambos cocineros.

Cuando ambos personajes se dan cuenta que se sostienen solo de prejuicios y que el trabajo en equipo podría funcionar mejor para los dos… eso es exactamente lo que hacen y acaban felices. Lo viste venir igual que nosotros desde el póster pero si eres aficionado a la gastronomía o simplemente quieres pasar un buen rato deleitándote a momentos con las bellas calles parisinas entonces no es una mala alternativa para este fin de semana, al menos es un tema refrescante dentro de la avalancha de blockbusters gigantes que está por desatarse.