La película expertamente desarrollada por David Cronenberg Eastern Promises bien puede que sea familia sanguínea de A History of Violence, pero esta vez lo sorprenderá más las vueltas que dará la historia que las imágenes.
Historia
Así como la Mafia rusa relata sus historias con la ayuda de los tatuajes se podría también decir que Eastern Promises es relatada a través del derramamiento de sangre. La sangre empieza a salpicar casi de inmediato, en la escena de apertura que impone el tono pero es la escena siguiente la que introduce la historia. Una niña de catorce anos llamada Tatiana (Sarah-Jeanne Labrosse) es mostrada tambaleándose en una farmacia de Londres cuando de repente la sangre le baña hasta los pies. Resulta ser que esta por dar a luz, y pronto nos enteraremos que solo su bebe sobrevive. Pero la partera, Anna (Naomi Watts), que maneja el caso de Tatiana esta decidida a no dejar que la historia de la joven fallecida termine con su muerte, especialmente ahora que también encontró el diario de la joven. Escrito enteramente en la lengua rusa, el diario encierra muchos secretos, y ninguno de ellos propios para divulgar si quiere conservar su vida. Anna lo sabe, y aún así le pide a su tío ruso (Jerzy Skolimowski) que traduzca el diario. Esto la guía hacia el notorio sindicato de la mafia rusa llamado Vory V Zakone, encabezado por su jefe de avanzada edad (Armin Mueller-Stahl), su hijo y sucesor (Vincent Cassel) y su chofer y encargado de pompas fúnebres (Viggo Mortensen). Y para cuando Anna ha llegado a concluir su investigación sobre el grupo Zakone, la muerte de Tatiana no es el único misterio que se aclara.
Actuación
No cabe duda de que Nikolai, interpretado por Viggo Mortensen en la película Promises es el personaje más complejo que le haya tocado encarnar al actor hasta la fecha, y de que el actor tampoco jamás había logrado un nivel tan alto de actuación. De hecho, tantas son las capas incorporadas en Nikolai que usted llegara al final de la película convencido por el acento ruso tan perfecto de Mortensen. Y al final de la película es justamente Nikolai el más descubierto y transformado, y Mortensen está dispuesto a todo durante todo el camino—bien sea ser matón de sangre fría, mostrar sensibilidad, vulnerabilidad o desnudez completa de frente (y no menos que mientras esquiva cuchillos). Como Anna, Watts hace entrega de una de sus actuaciones mas restringidas a la fecha para darle así el escenario libre permitiendo así que el trabajo de Mortensen se pueda apreciar mejor. Y por contrario, Cassel (Derailed) no limita su expresión corporal en Promises, y funciona. Uno de los actores de apoyo más versátiles en la actualidad, Cassel interpreta el papel de Kirill, mostrándonos un cabeza-caliente, consentido y finalmente inepto príncipe de la fraternidad Zakone.
Dirección
La mas reciente película de David Cronenberg se torna de inmediato en un misterioso asesinato, pero no tiene absolutamente nada de convencional la manera en que presenta – o, si quisiéramos aludir a la sangre, como desecciona a la película. En una historia labrada como una novela del escritor Steven Knight (Dirty Pretty Things), Cronenberg de nuevo destaca los secretos que merodean entre nosotros como solo el sabe hacerlo. El resultado es que se mete debajo de nuestra piel y se queda allí, pero esta vez no se trata exclusivamente de sus imágenes estridentes. Cronenberg coloca su sello en la narración quizás más que nunca. La mayoría de los directores hubiesen optado por permitir que entrara un poco de sol de vez en cuando al tratarse de un cuento donde, desde el comienzo, predomina perpetuamente el negro, pero Cronenberg logra mostrar lo mejor de si en la oscuridad y no pretende atender los gustos por la luz y mayor ligereza. Y de no ser por el ritmo ingenioso del último acto, nos hubiese parecido que el guión había pecado por ser excesivamente amante de los asesinatos con respecto a los giros en la intriga.