Si sienten como que de un tiempo para acá la televisión ha sufrido de una saturación de series inspiradas/basadas/adaptadas (llámenles como quieran) de los cómics, es porque es verdad. La pantalla chica ha hecho mancuerna con las novelas gráficas y no hay vuelta atrás.

Lo que empezó con Smallville (bueno, si nos ponemos técnicos nos podemos ir más para atrás al Batman de Adam West o al Wonder Woman de Lynda Carter) ahora es una tendencia hecha y derecha.Los productores de televisión encontraron que hay oro en retomar la historia de un superhéroe y contarla desde el principio, en una especie de precuela, hasta el momento en el que es agarrada por una película de grande presupuesto.

Smallville nos presentó a Superman cuando era más una especie de Dawson Leery con visión de rayos equis que un hombre de acero. Pero para el final de la serie ya se había convertido en el héroe volador de los calzones para afuera que todos amamos. El programa fue un éxito entre la audiencia de 18 a 40, que es la que más importa en nivel rating. Y las subsecuentes “copias” empezaron a salir como pan caliente.

La primera de ellas fue Bird of Prey, basada en los cómics de DC, donde las hijas de Gatúbela, el comisionado Gordon y Black Canary defienden a la ciudad Gótica en ausencia de Batman. La serie fue un fracaso cancelado después de tan sólo 13 capítulos.

A Human Target (DC Comics) y The Middleman (Viper Comics) no les fue mejor. La primera tuvo una corta vigencia de dos temporadas, y la segunda sólo vio la luz durante una primera temporada en 2008.

Pero la televisión no se dio por vencida… incluso revivieron The Tick durante un año para ver si era chicle y pegaba.

Y en efecto no todos fueron resbalones. Ahorita Arrow,basada en las aventuras de Oliver Queen (alias Green Arrow) es un éxito rotundo entre “la chaviza”. Y no tenemos que recordarles el fenómeno cultural en el que se ha convertido The Walking Dead (sí, también está basada en un cómic publicado por Image Comics desde 2003 y hasta la fecha).

Incluso Agents of S.H.I.E.L.D. –que no está forzosamente adaptada de una tira cómica en particular, pero sí toma mucho de las historias y personajes de Marvel—ha probado funcionar con ratings medios y luego del éxito de The Winter Soldier en cine, parece ser que va a obtener luz verde para una segunda temporada.

Y espérense a lo que viene…

Luego de que en Arrow se presentara al personaje de Flash, DC Comics vio la oportunidad de hacerle su propia serie, e incluso ya revelaron las primeras imágenes de Grant Gustin (Glee) como el superhéroe más rápido de Ciudad Central.

Y éste es sólo uno de tres programas que DC tiene vendidos a la televisión. Fox se quedó con Gotham, sobre la infancia de Bruce Wayne antes de convertirse en Batman, la cual será protagonizada por el ex O.C., Ben McKenzie como el detective James Gordon; y NBC ya está adaptando Constantine, personaje de Hellblazer, un detective capaz de comulgar con lo sobrenatural el cual Keanu Reeves ya adaptó para la pantalla grande en 2005.

Marvel, por supuesto no se queda atrás. Además de mantener vivos a los agentes de S.H.I.E.L.D., al menos por una temporada más, van a seguir ordeñando a la vaca conocida como Capitán América con la historia de la Agente Carter (la misma de la que Steve Rogers estaba tan enamorado en los 40). Esto les permitirá contar la historia de S.H.I.E.L.D. y Hydra desde sus inicios.

También de Marvel, el fracaso conocido como Daredevil (fracaso porque alguna vez estuvo en manos de Ben Affleck, y eso es algo que nadie quiere recordar nunca jamás) va a llegar como serie a Netflix en forma de 13 episodios llenos de acción. La buena noticia es que muy posiblemente será estelarizada por el mismísimo Dexter, es decir, Michael C. Hall.

Y Daredevil no viene sola. También para Netflix la acompañan las series y mini series basadas en los superhéroes: Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist.

Así que si creían que con Iron Man, Thor, Hulk, Captain America, Avengers, Guardians of the Galaxy, Batman vs. Superman, X-Men, Spiderman, Sinister Six, Venom y probablemente Gambit en el cine iban a tener más que suficiente de aquí al 2025… pues piénsenlo de nuevo.