Por Jaime Azrad – @_azrad

En un monasterio en Argelia, ocho monjes cistercienses viven en armonía con lapoblación musulmana a la que ayudan, cuando de pronto, un grupo defundamentalistas islámicos irrumpe la paz con asaltos y asesinatos, cundiendoel pánico en la población. Los monjes se enfrentan al dilema sobre quedarse con la gente del pueblo o marcharse.

Como ganadora del Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes 2010, De dioses y de hombres levanta la voz sobre los actos terroristas -aún impunes- que marcaron el apogeo de la violencia en Argelia, creada por grupos extremistas decididos a derrocar al gobierno.

Através de una fotografía que madura conforme la cinta avanza, se narra una historia conmovedora, humana y de gran peso para los valores éticos, más que religiosos, de las sociedades: la trama alude al caos que el mundo enfrenta en cuestión de terrorismo, y de la dificultad de combatirlo.

Con un ritmo lento (característico de Cannes), la película desarrolla personajes complejos que, apoyados en una fe inquebrantable, se aferran a los principios que predican en sus vidas. Dicha conducta los hará merecedores de un trato especial por parte del grupo terrorista, pero éste puede ser un arma de dos filos.

Las grandes interpretaciones y un guión desarrollado con cautela, se encargan de adentrar al espectador en todos los aspectos de la vida de los monjes y, a encariñarse con los personajes. Las tomas suelen ser largas y por lo tanto, pueden percibirse como aburridas, pero una vez incorporado en la historia, y si sedisfruta del cine de arte, el espectador se olvidará de ello.

El concepto naturalista de la cinta permite que la música sea aportada por la propia naturaleza, la estética sonora de la vida cotidiana salta de entre los silencios, completándose con sonidos altamente contrastantes: El lago de los cisnes de Tchaikovski y el impresionante estruendo de un helicóptero, que se contraponen metafóricamente llevando la historia a un clímax muy conmovedor.

De hombres y de dioses es un buen ejemplo de cómo el cine puede servir como herramienta social que propone, además de entretener. Basada en una historia real, vale como protesta para éste, y los demás casos que siguen en la sombra.