Por Oscar Uriel

Hay quienes encuentran en la más reciente cinta de Guillermo Del Toro claras referencias a clásicos literarios como Jane Eyre o Washington Square pero también hay alusiones de Rebecca… es decir, Cumbre Escarlata se compone de romance sombrío, acompañado con una fuerte dosis de suspenso.

Se trata de un fastuoso romance gótico, fotografiado con una particular belleza. «Hemos hecho un gran trabajo al mantener la tensión romántica a la par de una atmósfera un tanto terrorífica, todo esto en una sola anécdota –nos cuenta Guillermo del Toro– La historia está localizada en la alborada del siglo pasado, justo en el período en el que Estados Unidos introdujo el sistema de electricidad por lo que era considerado entonces como un país moderno».

Uno de los personajes del trío pasional que se forma es Lucille (Jessica Chastain), una mujer dominada por sus propios secretos, la dueña y señora de esa casona conocida como Cumbre Escarlata. «Caracterizo a la hermana sobreprotectora de sir Thomas Sharpe (Tom Hiddleston), quien se obsesiona cuando su hermano contrae nupcias con la joven Edith (Mia Wasikowska) y la lleva a vivir a ese caserón» nos platica Chastain sobre su personaje.

El espectador desconoce las intenciones de Lucille, ya que podría estar protegiendo a Edith, pero también existe la posibilidad de que esté sacando ventaja de cierta situación. «Ella representa, metafóricamente hablando, la llave de la casa en cuestión», declara Chastain. Para cada uno de los personajes Del Toro entregó una biografía de por lo menos 10 páginas describiendo los roles de cada personaje, todo esto antes de iniciar el rodaje.

«Cumbre Escarlata ofrece una mezcla de géneros. Combina el melodrama con cuentos de hadas un tanto oscuros y terror. Es una película atmosférica, de paisajes y escenarios, que conserva un elemento de belleza» agrega el realizador tapatío, quien también confiesa haber construido un espectacular set en unos estudios cinematográficos de Toronto, Canadá, en los cuales se edificó la mansión.

«Es un relato de supervivencia y longevidad, de la pérdida de la inocencia y de encontrar el rumbo de tu vida» agrega Chastain «como actriz me gusta todo el tiempo desafiar las oportunidades, pude haber optado por el rol de Edith pero Lucille significaba algo que no había hecho antes. Quería desafiarme a mí misma y te puedo asegurar que se trató de uno de los retos más importantes de mi carrera» finaliza la actriz.