La quinta entrega de la saga de Transformers, titulada El Último Caballero llega a los cines y, a la par de escenas de efectos impresionantes, robots y el espectáculo que podríamos esperar, también llega una extraña sensación de déjà vu y complicación incoherente. Por eso, decidimos revisar cinco elementos que verdaderamente no funcionan en esta serie.

Previsibilidad

¿Sientes que ya viste la nueva película (cada que sale una)? Tal vez sea porque las tramas de la saga entera son casi idénticas. Siempre puedes contar con Optimus Prime, Bumblebee y el protagonista en cuestión (sea Shia LaBeouf o Mark Wahlberg), resolviendo tramas con mitologías parecidas que parecen muy relevantes pero, al final, son predecibles a morir. Agrega un enemigo que amenaza con destruir a la Tierra y un giro de tuerca casi al final que hace que “los buenos” ganen. Sí, esto son todas las películas de Transformers (y ya van cinco).

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Las peleas

En la primera entrega viste una pelea épica entre Autobots y Decepticons: todo un show de efectos visuales y sonoros. Después de 10 años, con cada secuela, las peleas se han vuelto escenas cada vez más grandes y menos entendibles. Por momentos, sólo se puede ver una masa digital metálica que se mueve velozmente y hace ruidos. Así son todas y cada una de las grandes batallas: veloces, amorfas e incomprensibles.

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Poco respeto a la muerte

¿Cuántas veces ha muerto Optimus Prime? ¿Los villanos? Vaya, hasta el personaje de Shia LaBeouf (Sam Witwicky) murió –y se fue al cielo de los robots, no lo olvidemos. En cada cinta hay por lo menos un personaje que muere y reaparece después de una u otra forma, lo que nos hace pensar que el peligro en esta saga es nulo. Aunque bueno, lo único que murió y se quedó así fue la carrera de LaBeouf (y tal vez fue algo positivo).

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¿Por qué se odian?

Sabemos que los Autobots y los Decepticons son acérrimos enemigos pero, ¿alguien recuerda por qué? En las películas no hemos recibido una explicación de tan legendaria y épica rivalidad. Sabemos que se odian y pelean por el control del AllSpark pero, teniendo tantas historias de dónde sacar un origen –los cómics, las caricaturas y hasta los mismos juguetes clásicos– parece que en el cine no es necesario. Uno pensaría que en películas que bordean las tres horas de duración habría una explicación, pero tristemente no es así.

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El Origen

Haciendo memoria, en la primera cinta del 2007, se nos explica en el prólogo que gracias al AllSpark, el mundo de los Transformers, Cybertron fue creado. Pero en la cuarta entrega, La Era de la Extinción, deciden informarnos que los Transformers se originaron en la era de los dinosaurios, gracias a los Creadores, quienes pudieron hacer a los Dinobots en la Tierra mucho, mucho tiempo atrás. Así que, cualquiera puede decidir sobre la historia de origen de estos robots enormes, pues probablemente en la vigésimo séptima entrega nos digan que todo fue un sueño de un gatito… o algo así.

Al final, aunque uno creería que las cintas de Transformers son las cosas más sencillas por el hecho de estar basadas en juguetes de los años 80, claramente no es así. Por otro lado, estas películas nunca dejan de cumplir su cometido: ser un espectáculo de efectos y explosiones. Así que tal vez las incoherencias pasen a segundo plano, pero si les pasa como a mí, a veces uno no puede evitar notarlas.

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