Por Miguel Rivera

El reparto de Contagio está más plasmado de estrellas que el firmamento mexicano de un viernes por la noche. Damon, Cotillard, Winslet, Law y Fishburne le dieron ese sano empujoncito que toda campaña desearía para que una película se expanda y viaje de boca en boca cual virus, lo cual nos lleva a la trama de la película: un virus desconocido empieza a atacar a la humanidad, no sabemos cómo apareció ni cómo detenerlo, lo único que sabemos es que viene caos y caos en serio.

Lo que logra plasmar Steven Soderbergh en ésta película que sonaría tan usual y cotidiana como el H1N1 es un tinte social, un matiz político y una salpicada de humanidad que tan desesperadamente necesitan estas cintas de enfermedades masivas. Habiendo dicho esto, el largometraje es unidimensional. Hay un problema y se busca una solución pero no hay profundidad en diálogos, subtextos o metáforas sino que, por lo contrario, aquellos matices, tintes y salpicadas se derraman en un lienzo plano. Hay colores y formas sí, pero también una ausencia de hondura.

Pensemos en Ceguera de Fernando Meirelles, otra cinta de contagio de nuestra era. En su película basada en una de las obras maestras de Saramago no existen nombres, como en el libro, simplemente porque no importan. Aunque hay celebridades como Danny Glover y Julianne Moore en el reparto, no se descansa en sus estrellas sino que se les desmiembra psicológica y emocionalmente al punto de no reconocerlos. Es pura trama, pura historia pura (y una fotografía para pasmarse de César Charlone). El punto es que no se deben de comparar dos películas diferentes, pero si se debe diferenciar entre una trama bien atacada y otra que nos avienta una historia y personajes con los que no podemos conectar.

Así que, muy al estilo Meirelles/Saramago va la historia sin nombres, pura historia. Como podrán imaginarse, la enfermedad se extiende. La única manera de salvar al mundo es encontrar una cura y para hacer esto se debe identificar y aislar al paciente cero, la primera muerte a causa del virus. Algunos médicos heroicos tratan de encontrar la cura mientras que un insolente bloggero siembra caos a través de sus ideas anárquicas y chismes sin fundamentos. En medio del desastre la mermada familia de un inmune viudo trata de sobrevivir. Hay intereses médicos, farmacéuticos, políticos y un buen cacho de la población mundial muere mientras se descubre una cura.

Para entendernos mejor, es una película bien realizada pero probablemente no compres el DVD, aún con todas esas caras bonitas (y enfermas) en la portada de la caja.