Por Ira Franco

La búsqueda de identidad es un tema recurrente en la ficción y el argentino Matías Lucchesi lo explora de la forma más elemental y directa posible: la urgencia, casi corporal, de una niña de 12 años por conocer a su padre a pesar de la desaprobación de su madre.

En una escuela rural de Argentina, donde el viento helado participa como antagonista, la estupenda Paula Hertzog interpreta a una chica a punto de convertirse en mujer con una sola pista sobre la identidad de su padre: era un electricista que hace exactamente 12 años vino a su pueblo a instalar antenas y nunca volvió.

Es adorable la economía de lenguaje cinematográfico de Lucchesi en su ópera prima, sobre todo por su capacidad para guardar silencio ante el deseo incontenible que es el motor de los grandes personajes. La niña no tomará un no por respuesta, pero sólo puede realizar su búsqueda hasta que su maestra (la también sobresaliente Paola Barrientos) le ayuda a escondidas de las autoridades del colegio y de la familia.

La cinta ganó el Gran Premio del Jurado en Berlín y con razón: la estructura clásica del guión deja libre a Lucchesi para contar una historia sencilla pero entrañable.