Por Aldebarán Rodríguez

Al igual que en su producción anterior (Felinos de África, 2011), este nuevo filme de Disney Nature nos lleva de vuelta al continente negro pero ahora a las profundidades de las selvas de Uganda y Costa de Marfil.

El documental dirigido por Alistar Fothergill (Felinos de Áfricay La Tierra, 2007) y Mark Lindfield (La Tierra) nos muestra la historia de una cría de chimpancé, llamado Óscar, quien de jugar y estar protegido todo el tiempo por su madre se convierte en un huerfano rechazado por todas las hembras del grupo, después de que, durante la confusión de un ataque de un grupo de chimpancés enemigos, su madre fuera devorada por un leopardo.

En un extraño e inesperado (y muy pocas veces documentado) giro de la vida, Óscar termina siendo adoptado (sin duda la escena más emotiva) por Freddie, el grande, fuerte, peligroso y enojón líder del grupo, quien se convierte en una especie de padre, amigo y maestro que le enseña las cosas que debe de hacer para sobrevivir en la selva (como capturar hormigas, romper nueces y obtener frutos). Con ello, Óscar incluso podría convertirse en el futuro líder de la manada.

Al igual que en todas las películas de Disney, aquí también existe un villano: Scar (sí, como el tío malo de Simba en El Rey León), quien lidera al grupo de chimpancés enemigos de la manada de Freddie. Aquellos buscan apoderarse a toda costa del territorio de la manada de Óscar y Freddie para disfrutar del más preciado tesoro que existe en él: las nueces del nogal.

La historia de Óscar junto con la pelea por el árbol entre Scar y Freddie forman la trama central de la película.

Ojo: Al momento de estar sentado en la sala de cine observando este documental debes recordar que se trata de un film hecho para niños, por Disney. Es por eso que la cinta humaniza a los animales con tomas directas a los ojos, voces en off que mencionan lo que supuestamente podrían estar pensando y sintiendo, música instrumental de acuerdo a las dierentes situaciones (como la muerte de Ishta, la mamá de Óscar, o la pelea final entre Scar y Fredie) y hasta por los roles de villano y héroe.Recuerda: las producciones de Walt Disney están llenas de fantasía, y en este documental no es la excepción.

Esto de humanizar es lo que seguramente hará que la opinión de los más puritanos del género lo clasifiquen como un pseudo documental, pero tomando en cuenta que la intención de Disney, desde un principio, es crear empatía (cosa que logra muy bien) se vuelve imposible reclamarle algo.

Sin embargo, en lo que sí falla la cinta es en el agotado recurso de mostrar cachorros para provocar ternura en el espectador, y la narración en off que, en ocasiones, es descaradamente manipuladora. Aún con todo eso, este documental nos muestra imágenes y escenas tan bellas como conmovedoras e impresionantes. Por ejemplo como las tomas en las copas de los árboles, la escena de la tormenta y cuando Freddie adopta a Oscar.

Vale la pena quedarse a ver los créditos, duranet los cuales se puede ver un detrás de cámaras que muestra algunas de las peripecias que tuvieron que pasar todos los miembros del equipo durante la filmación.