¿Qué te ánimo a participar en el promocional del Nuevo Glaxy Note II?

Básicamente porque se valía hacer lo que fuera. Y a mí se me ocurrió hacer el corto que aparece en el promocional. Este proyecto fue mi primera experiencia con el celular como forma de trabajo. Hace tiempo había pensado hacer algo pero no lo concreté en ese momento. Fue divertido hacerlo en un dispositivo móvil porque me permitió dibujar y hacer animaciones al mismo tiempo. Sí había dibujado en una pantalla grande, pero no en una pantalla así de pequeña y es casi la misma experiencia. Este equipo es maravilloso, permite capturar la idea y hacerla crecer en el momento. Me siento contento de haber participado porque también es otra forma de demostrar las capacidades del Galaxy Note.

Y esa historia tan representativa del hombre Telecom, ¿cómo surgió?

Nace de experiencias propias. La tecnología está cambiando todo, incluso las relaciones interpersonales. Me interesaba mostrar cómo una herramienta de uso común puede afectar los modos de comunicación contemporánea. En el video se puede ver a un muchacho en situación de calle a quien grabé. A partir del celular establecimos conexión y me contó su vida. Lo que te abre también puertas para la relación humana. Este equipo es mi juguete nuevo, como mi cuaderno. Aunque nunca voy a dejar de lado los cuadernos.

De todo este boom de la tecnología ¿hay algo que te dé miedo?

No. A mí no me asusta la tecnología. Hay quienes se aferraron años atrás al 35 milímetros, de hecho yo era uno de ellos, ahora pienso que hay que aprovechar lo que la tecnología ofrece, las posibilidades de inmediatez. Lo único que me da miedo de todo el cambio digital es quizá la no permanencia. De repente tengo una paranoia de que se pierda la información, pero mientras esa información te sirva para otros procesos está muy bien.

A partir de esta nueva experiencia de filmar con celular, ¿has pensado en algún nuevo proyecto?

“Me interesaba mostrar cómo una herramienta de uso común puede afectar los modos de comunicación contemporánea”.

Al ser una cámara que nadie detecta puedes captar la vida de otra forma, como nunca antes se ha filmado. Imagínate si se usara el celular para hacer un documental, por ejemplo. La calidad dependería del rigor del armado de la película. Y tampoco depende de la tecnología sino del talento intelectual del proceso de filmación. Puedes estar en cualquier lugar de manera muy discreta, como si tuvieras una cámara en los ojos. Como aquella película de Bertrand Tavernier: La muerte en directo, sólo que ahora de verdad sí puedes estar en cualquier lugar discretamente filmando. Pero todo es un trayecto. Todavía estoy sopesando como para qué.

¿Qué ha pasado con tu último largometraje De la infancia? ¿Cuándo la podremos ver en cartelera?

Es mi nueva película y no ha salido a la cartelera como muchas cintas mexicanas. De la infancia ya pasó por la promesa de Videocine y de Corazón Films para estrenarla, no es que no tenga distribuidor. Pero las fechas han cambiado por sus compromisos con otras películas no sólo mexicanas, a pesar de que a la película le ha ido bien en festivales. Por ejemplo ganó el premio a mejor dirección en el Festival de Cine de Guadalajara 2010. Y ha circulado por el mundo con reconocimientos importantes como el del Festival de Cine de Montreal.

El público que logra verla tiene buenas impresiones pero los distribuidores dicen que es muy deprimente, por lo que no ha llegado a las pantallas. El problema es que sólo el 6% de las pantallas se usa para exhibir cine mexicano. El 94% restante está destinado primordialmente a proyectar los grandes éxitos de Hollywood. Así las películas no llegan a su público natural. Se está trabajando para ver si se cambian esas políticas de exhibición.

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