Por Oswaldo Betancourt

Capitán América y El Soldado del Invierno es mucho mejor que la primera película del Capi, aunque hay que decirlo, esta entrega no tendría sentido sin su antecesora.En esta ocasión vemos a los personajes superados por las circunstancias, Nick Fury, Natasha Romanoff (alias La viuda negra) y hasta el propio Steve Rogers se muestran vulnerables e, incluso, incapaces.

Rogers trata de adaptarse a su nueva vida en el siglo XXI, por eso lleva una libreta donde anota todas las recomendaciones que le hacen sobre lo que se perdió (en ella se alcanza a leer, entre otras cosas, el nombre de un gran autor mexicano: Octavio Paz, sin duda un gran guiño para todos nosotros).

Pero la paz no durará, un viejo enemigo atacará a S.H.I.E.L.D. con todo su arsenal, el Soldado del Invierno es un enemigo al que el Capitán América no puede derrotar, y a esto hay que sumarle que el soldado tampoco sabe en quién pueden confiar, afortunadamente no está solo.

El guión es bueno, se agradece bastante que la historia no sea tan nacionalista proestadounidense como la anterior, aspecto que quizás no se deja completamente de lado, pero no está tan marcado como en el debut cinematográfico de este héroe.Además, como película de acción que es cumple su propósito: persecuciones, explosiones y escenas de peleas bien coreografiadas para la pantalla.

Al final hay dos grandes sorpresas: la primera es el vistazo de dos personajes nuevos; y la otra, la clásica escena postcréditos, quizás no es tan impresionante, pero es importante porque ayuda a darle un mejor cierre a la película; ambos momentos nos permiten comenzar a hacer conjeturas sobre lo que sigue en el universo cinematográfico de Marvel: Avengers: Age of Ultron.

En conclusión, si no eres fan de El Capitán América (como un servidor) vas a salir con la pupila nutrida, y si te gusta el personaje o este universo de los cómics adaptados al cine, entonces quedarás satisfecho(a), sobre todo por el cameo de Stan Lee: breve y gracioso.