Por Jaime Azrad

Siguiendo la historia de dos personajes de Ligeramente embarazada (2007), Judd Apatow vuelve a escribir a Pete y Debbie (Paul Rudd y Leslie Mann) en un guión que esta vez aborda problemas un poco más maduros. La carga emocional de cumplir 40 es el tema de esta comedia con grandes risas pero muchas cuerdas flojas.

La pareja toma un papel protagónico en Bienvenido a los 40 y nos muestra sus excentricidades y la no muy responsable forma en que afrontan las responsabilidades. Además de Rudd y Mann, el elenco de la cinta reúne a los actores con los que Apatow ha trabajado en sus comedias de los últimos años; Melissa McCarthy, por ejemplo, regresa en un papel pequeño después de arrasar con las risas en Damas en guerra (2012).

Esta comedia es en parte una cruda representación de cómo la cotidianidad y las discusiones pueden apagar una relación de pareja. También se centra en las influencias externas, sobre todo familiares, que añaden presión a un matrimonio y lo hacen más lodoso.

Judd quizás se extiende demasiado en este tema y resulta aburrido en varias ocasiones. Es suficiente con las discusiones de la vida real como para llegar al cine a chutarse las de una pareja que, sinceramente, no es de ninguna manera ejemplar o arquetípica. Sin embargo, las risas se dan de vez en cuando y resulta entretenida por pedazos.

Los problemas que los Pete y Debbie afrontan son un tanto simples y no es fácil encontrar un personaje con el cual identificarse, por lo que fácilmente, esta cinta será una de ésas que pasará desapercibida en cartelera.