Seamos sinceros un metrosexual maduro, al cual no se le conoce una novia desde la secundaria y un atractivo jovenzuelo que viven juntos en una mansión… ¿a qué nos suena? El joven Ricardo Tapia es un vividor/trepador y Bruno Díaz un rabo-verde. Otro punto en su contra: andaban todo el día en calzoncillos y medias.