Batman: El caballero de la noche asciende
Por: Redacción
Ciudad Gótica se encuentra en una falsa paz, casi como un castillo de naipes listo para recibir ese soplo que lo destruya. Bane (Tom Hardy) es el elegido y pondrá a la ciudad en sus rodillas. Batman (Christian Bale), lejos de ser lo que era ocho años antes cuando lo dejamos malherido tras enfrentar a El Guasón, se siente aún, rey de la ciudad, y no podría estar más equivocado. El enfrentamiento brutal entre estos dos titanes es rápido y doloroso, no deja espacio para la especulación y todos sabemos desde un inicio en qué va a acabar. Es ahí donde empieza el viaje humano para Bruce Wayne que debe bajar al mismo infierno para entender que el miedo que tanto alejó de su ser, podría ser su más fuerte aliado.
En la ciudad se ha creado un estado fallido, no tiene pies ni cabeza y Bane amenaza con destruir todo lo que estas personas conocen. Pocos se le enfrentan. Un Jim Gordon (Gary Oldman) desolado por la mentira en la que vive, y el oficial Blake, interpretado por Joseph Gordon Levit, que de principio a fin representa una nueva esperanza. Por su lado, Selina Kyle (Anne Hathaway) hace su parte, es por un lado seductora y por el otro traicionera. Su moral es tan flexible como su cuerpo y busca una redención que aparenta ser cada vez más lejana. Después de un viaje casi mesiánico nuestro héroe regresa para un último enfrentamiento donde debe vencer a todos sus demonios antes que al mismo Bane. Con ejército detrás el Caballero de la Noche embiste contra los malos en plena luz de la madrugada y para lograr su objetivo está dispuesto a pagar el precio más alto.
En esta cinta todo es oscuridad y está plagada de metáforas sobre la esperanza y la redención. La fotografía en IMAX nos da un sentimiento de enormidad que vale la pena experimentar en la sala apropiada. Todas las historias concuerdan y aunque en algún momento si se extraña esa tensión y locura que aportó Heath Ledger, esta cinta es una gran conclusión en su propio mérito. Redondea la historia de un hombre perturbado llevando hasta sus últimas consecuencias el sentido que él mismo le dio a su vida.
¿Es ésta la mejor de las tres? Esa es decisión de cada uno, pero cuando una película acaba y hay un segundo de completo silencio en una sala es porque todos los que están ahí adentro necesitaron un segundo para recuperar el aliento. En mi experiencia, eso fue justamente lo que pasó.