Arthur and the Invisibles recibe una calificación de un más o menos, pese a los intentos fervientes por crear un mundo mágico.
Historia
Está basada en los libros de Besson (sí, escribe libros también) y coloca en escena a Arthur (Freddie Highmore), un diez añero que vive en la granja de sus abuelos. Pero se presenta un problema: el abuelo de Arthur desaparece bajo misteriosas circunstancias y ahora un un desarrollista de bienes raíces quiere las tierras que la abuela (Mia Farrow) de Arturo no tiene como mantener. Quizás la solución sea el tesoro de su abuelo que está escondido del otro lado en la tierra de los Minimoy. Usted se estará preguntando ¿quiénes son los Minimoy? Pues ellas son las criaturas que habitan en el jardín de la casa de Arturo y miden apenas una décima de pulgada. La única esperanza es que Arturo se introduzca en este mundo miniatura, se convierta en Minimoy de orejas puntiagudas y cabellos despelucados, encuentre el tesoro en la ciudad prohibida y rescate la situación. Para este chico aventurero, eso no es problema alguno.
Actuación
Si algo podemos decir es que Arthur and The Invisibles no carece de estrellas. Junto con Highmore de cara dulce y enérgico (bajando un escalón de Finding Neverland y Charlie and the Chocolate Factory, en mi opinión) y Farrow (quien por si misma ya tiene algo de Minimoy), tenemos las voces de: Madonna como la princesa guerrera valiente Minimoy; Jimmy Fallon como su torpe hermano menor; Robert De Niro como el padre de ambos, el rey; Harvey Keitel como el bondadoso mago; Snoop Dogg como la criatura miniatura extraña que administra un club de baile; y David Bowie como el malévolo gobernante de la ciudad prohibida. Ese sí que es un elenco ecléctico—lástima que logran un mayor nivel de congenialidad entre si. Y pobre Madonna — ni siquiera en este esfuerzo de voice-over para un dibujo animado pudo destacarse.
Dirección
Todos conocemos la gran creatividad del cineasta francés Luc Besson. Su sensibilidad poco convencional se ve en la tensión creada en sus dramas de crimen La Femme Nikita y The Professional, al igual que en la muy popular e imaginativa película de ciencia ficción The Fifth Element. Pero él ha puesto a un lado la producción de sus propias películas para dedicarse a producir y aparentemente, escribir libros para niños. Arthur and the Invisibles es su primer esfuerzo de dirección desde su película de 1999 The Messenger: The Story of Joan of Arc, y a pesar de que si cabe dentro de las extravagantes ideas de Besson—que probablemente son mas evidentes en las novelas—no logran ser plasmadas con el mismo efecto en la pantalla grande. La animación de The Invisibles es exuberante y hay mucho que ver, hasta excesiva en cuanto a la actividad, mientras que la historia tibia pero aún así complicada sigue su ronroneo. Invisibles no es una película que gustará a la población adulta.