Por: Hugo A. Juárez

Ahora que justo estamos hablando de “los dont’s de los cuarentas” en Chilango.com, es un momento muy oportuno para ver esta cinta en la que un par de amigos cuarentones, desesperanzados y con trabajos mediocres, deciden darle un giro a su vida laborando en una de las empresas que aparentan ser más divertidas e innovadoras, Google. Y luego de ver esta cinta, puedo afirmar que esa imagen es cierta.

Como una especie de “segunda oportunidad” (o tercera, o cuarta…), los personajes de Owen Wilson y Vince Vaughn deciden aplicar como “practicantes” para entrar a la empresa, lo cual ya de por sí desata varias situaciones muy cómicas, mismas que aumentan una vez que logran su cometido.

Aprendices fuera de línea es una cinta cómica de edición y guion vertiginosos donde los chistes entre Wilson y Vaughn a veces pasan tan rápido que cuesta trabajo seguirles el hilo. Ellos están acompañados de un cast de jóvenes actores como Josh Brener, Dylan O’Brien, Tiya Sircar y Tobit Raphael que fungen como los verdaderos “aprendices” de Google, estudiantes universitarios que hacen equipo con los cuarentones para conseguir, al final de un internado en la empresa y muchas pruebas, un trabajo de fijo en ella.

El humor de esta película no es para todos ni mucho menos cae en el típico “pastelazo”. Sin duda se muestra ambiciosa a veces, ya que utiliza cierto lenguaje “geek”, pero aquellos que no estén tan iniciados en este tipo de humor ni se emocionen al conocer de cerca las prácticas e instalaciones de Google, apreciarán el mensaje de la cinta, que no es para nada complicado y hasta hemos visto ya en muchos productos mediáticos:

La trama trata sobre un grupo de “rechazados” con personalidades muy diferentes entre sí que al final encuentran la forma de entenderse y logran avanzar juntos, no sin antes superar ciertos obstáculos clichés de las películas para estudiantes, como el típico “bully” que les hará la vida de cuadritos y los “maestros” mala onda. Las lecciones o moralejas vendrán, como es clásico en estas cintas, de la persona menos esperada.

Confieso que en determinados momentos me reí bastante por el humor tan ridículo y “geek” de la cinta, pero no aseguraría que todo el público reaccione de la misma forma. Más allá de ser una película “trasgresora” de humor adolescente (como aparenta), Aprendices fuera de línea es una cinta muy familiar, con mensaje, y agradable para un domingo palomero. No está dirigida ni a los más clavados en temas tecnológicos ni a los que esperan un humor fino.