Por Alina Montero

La impecable curaduría fílmica de la sección de cine independiente de Universal Pictures, conocida como Focus Features, una vez más acertó al brindar apoyo al deleite visual de una cinta que no entra en el rubro del indie por tener bajo presupuesto o por lo simple de su realización; lo hace por su exquisita y particular dirección.

Adaptar a Tolstoi, uno de los maestros del realismo ruso, a través de una obracinematográfica (en la que la meta ficción es la gran protagonista) es sin duda un hallazgo.Joe Wright materializa el sueño de un escenario infinito, un gran teatro que terminaconvirtiéndose en la metáfora del frágil pero invisible laberinto en el que Anna Karenninasiempre estuvo atrapada.

La alta sociedad rusa del siglo XIX se convirtió en un símbolo eternode los fantasmas del ser humano, aquel que no logra vivir en paz sin la aceptación ajena, esa que –predictivamente– nunca llegará, menos si se toma el camino de la pasional felicidad.

La impecableactuación deKeira Knightley, probablemente en la mejor interpretación de su carrera,da vida a una Anna llena de matices: Una mujer casada que, sin querer, se enamora delConde Vronsky, un militar más joven que ella, cuya pasión y deseo son torrencialmentecorrespondidos.

La historia de un delicioso amor imposible (uno que solo se puede puede comsumar en ladecadencia tras bambalinas) cuenta con la mano del guionista Tom Stoppard, escritor de películas como Shakespeare in Love y Brazil:garantía de nudos en lagarganta y estómagos encogidos.

El teatro interminable en el que los personajes se encuentran atrapados hace de este clásico una película ante todo coreográfica.

Sin ser unmusical, Anna Karenina danza con los elementos del score, el diseño sonoro, la luz,el movimiento de cámara y de los actores. Genera un festin visual que desbordaplanos secuencia, cortes por ocultamiento mágicos y originales juegos de espacio-tiempoque le han dado a esta 14a. adaptación fílmica cuatro nominaciones al Oscar porMúsica, Fotografía, Diseño de Producción y Diseño de Vestuario.

Una entrega más para la colección de Focus Features que, para los cinéfilos de gustorefinado, vale la pena revisar.