¿Por qué lloramos con ella?
Porque cuando estamos tristes, esta cinta es una patada en la ingle. Es demasiado optimista, todo es color de rosa. Las mujeres no se tiran gases, y los hombres tienen sobacos de olor a rosas. Cuando tu vida es un abismo de soledad y no quieres saber nade del mundo, llega esta francesa ojona y resuelve la vida de los demás, a través de cosas tan absurdas que da coraje.

¿Por qué?, se preguntarán queridos lectores (que probablemente en este momento me detestan): porque la vida es más complicada que encontrar un juguete de la infancia, realizar un video o devolver un álbum de fotos rotas. Si la cosa fueran así, no habría tops como éstos. Mal, todo mal.

El momento en que se nos parte el corazón:
Cuando Amelie abre su puerta y frente a ella está su enamorado, Nino. Se besan inocentemente con la boca cerrada. Entonces ella señala tímidamente su boca, y él obedece. Todo sin emitir un solo sonido. Luego la escena de la motoneta por París… Hola, botella de vino.

La frase para desangrarnos:
«Sí, la conoces… de tus sueños.»