Por Oswaldo Betancourt L.

Ben Stassen, el director, repite la misma fórmula que utilizó en Wild Safari 3D (2005). Es como una producción de National Geographic pero con el plus de la tercera dimensión. Habrá que desmenuzar esos elementos para tener de qué hablar.

El documental se presenta, en primer lugar, como un Safari africano. Es un recorrido por diferentes países de este continente en donde los animales (hipopótamos, leopardos, jirafas, rinocerontes y más), junto con los paisajes son los grandes atractivos. El tour es por tierra y en ocasiones por aire,a través de un globo aerostático.

Sobre el 3D, éste siempre debe ser un elemento extra porque al final la película tiene que disfrutarse por sí sola, y aunque en algunos largometrajes es parte de la narrativa, nunca es imprescindible. Ahora que si te lo ofrecen y no cumple las expectativas, está chafa. En este caso no decepciona pero tampoco sorprende, no se explotó adecuadamente este recurso.

En algunas tomas, como las realizadas desde los vehículos terrestres, la cámara está colocada de manera que, con ayuda de este formato, te sientes dentro de la experiencia, más cuándo algunos animales se acercan y pasan o están “a tu lado” (un león y un elefante son lo más emocionante).

Tiene contados momentos memorables. En uno que otro paisaje también se lucen pero, como dice el dicho, ni tanto que queme el santo, ni tanto que no alumbre. También sobresalen la parte en que un grupo de leones invade el campamento del equipo.

Veredicto: Entretenida a secas, sin pena ni gloria.