‘Only God forgives’, la película con la que el danés Nicolas Winding Refn compite en Cannes, recibió abucheos en su exhibición ante la prensa después de un despliegue de violencia sinsentido que muestra un preciosismo estético que contrasta con la dureza de la historia.

El filme de Refn era uno de los más esperados de la 66 edición de Cannes, después de que con su trabajo anterior, “Drive“, ganara el premio al mejor director en 2011.

Protagonizada por Ryan Gosling y Kristin Scott Thomas, cuenta la historia de una venganza. Gosling vive en Bangkok con su hermano, donde regentan un club de boxeo como tapadera para su negocio de tráfico de drogas.

Su hermano viola y mata a una joven de 16 años, lo que desencadena una venganza por parte de un policía que controla los bajos fondos de la ciudad. Y la madre de los dos jóvenes (Scott Thomas), llega con los mismos deseos de buscar una reparación a la muerte del mayor de sus hijos.

Con pocos elementos para entender la historia, Refn ofrece todo un repertorio de sangre y de violencia explícita, sin ahorrar escenas desagradables al espectador.

Y aunque hasta ahora se ha visto mucha violencia en Cannes, ninguno de los filmes exhibidos por el momento habían provocado una reacción fuerte en su contra.