¿De qué van su antecesoras?
Oh… la humanidad. Resumo: una momia trata de apoderarse del mundo por dos razones: porque nunca tuvo un abrazo de chiquito y ahora quiere vengarse de media humanidad, y dos, porque estaba enamorado de la chava del Faraón y ahora quiere venganza porque… mmm no encontró un abogado que quisiera divorciarlos y ahora Imhotep está solo. Algo así, no es de mucha importancia.

¿Y este bodrio?
Como Egipto ya está choteado, ahora deciden trasladar la historia a la Antigua China, donde un Emperador quiere renacer a su ejército y sí, adivinaron… conquistar al mundo.

¿Lo más ridículo?
Salen unos yetis que “juegan” futbol americano. Y además. Brendan Fraser simula ser un anciano que puede vencer a los trancazos a Jet Li. Una gran estupidez. Y así es toda la cinta. Malísima.

¿Cómo sería peor?
Que después de haber viajado a China, decidiera venir a México a luchar contra las de Guanajuato, alegando que sí, adivinaron, una de ellas (las bebés, las chiquitas), quiere conquistar al mundo y Frasier es el único que nos puede salvar.