La doctora Cara Jessup construyó su carrera al desafiar la noción del trastorno de personalidad múltiple. En los tribunales, sus puntos de vista y testimonios como experta en el tema, dieron lugar a sentencias de muerte para más de una docena de asesinos. A pesar del terrible asesinato de su esposo nunca perdió su fe en Dios, a diferencia de Samantha, su hija. Después de un caso particularmente difícil, Cara conoce a Adam y conforme va descubriendo cosas sobre él, su vida y la de sus seres queridos se pone en peligro pero ella intenta sostener su fe a costa de lo que sea.