Tiene más de 20 metros de altura, pero su corazón pesa toneladas. Fue construido en plena Guerra Fría para la destrucción masiva del planeta, pero al conocer al tímido Hogarth, conoce el amor y decide hacer algo impensable (no habrá spoiler, sólo advertencia: vas a llorar). La dirigió Brad Bird, el mismo de Los increíbles y Ratatouille.