Una comedia francesa en la que se narra la vida de un rico parapléjico que es ayudado en su vida diaria por un joven inmigrante negro del distrito de Banlieue. Sí, lo sabemos, una puerta abierta a la lágrima fácil y a los clichés. Pero no, nada de eso. En esta cinta, los personajes nadan entre lo cruel y lo humano. Sí, hubo lágrimas… pero de risa; escenas en las que destacaron las memorables actuaciones de los protagonistas François Cluzet, el parapléjico cansado de la condescendencia de los demás, y Omar Sy, el cínico enfermero.

Una película deliciosa que despertó en el público aplausos a la mitad de la cinta. (Bueno, eso dependerá del cine al que asistan o de sus acompañantes.)