55 Muestra Internacional de Cine: El rey del erotismo

El rey del erotismo es un biopic centrado en la vida de Paul Raymond (interpretado por el reconocido cómico inglés Steve Coogan), una de las figuras más célebres, controvertidas y acaudaladas de Gran Bretaña. Habiendo llegado de Liverpool con únicamente cinco chelines en el bolsillo (hecho que le gustaba recordarle a los demás), construyó una fortuna a través de diversos negocios relacionados con el erotismo y la compra de propiedades en el popular distrito de Soho.

El biopic se salta toda la infancia y adolescencia de Raymond e inicia justo cuando sus clubes y espectáculos de bailes con desnudos están, por un lado, abarrotados por el público, y por otro, en medio del escándalo de la comunidad conservadora. A partir de este punto, ubicado en los inicios de los años sesenta, y hasta la muerte de su hija por una sobredosis en 1996, se nos muestran dos facetas de este excéntrico personaje. Una de ellas se centra en la construcción de su fortuna a través de sus negocios, y la otra se enfoca en sus relaciones personales, primeramente con sus compañeras sentimentales, Jean (Anna Friels) y Fiona Richmond (Tamsin Egerton), y posteriormente con su hija Debbie (Imogen Poots). Estas dos facetas son vividas de una forma poco convencional, intensa y escandalosa, debido a la controvertida personalidad de Raymond.

Paul Raymond tuvo siempre una acertada intuición para los negocios. Con la conciencia de que “el sexo vende”, montó espectáculos y lanzó revistas con desnudos, siempre buscando innovar y atraer más público. Tenía una firme convicción en la conveniencia de comprar propiedades, de las cuales acumuló una buena cantidad. Para mantenerse y lograr el éxito en estas empresas, requirió de rodearse de personas creativas e igual de excéntricas, incluyendo sus parejas. Con ellas, se sumergía en orgías, fiestas, drogas, alcohol y otros excesos. Su visión emprendedora y su personalidad extrema, lo llevaron a crear una fortuna y a vivir bajo un principio hedónico que sostuvo por mucho tiempo.

Respecto a sus relaciones personales, sus dos parejas sentimentales, eventualmente se desgastaron por tanta agitación. Si bien participaban en los negocios y se veían beneficiadas por ellos, la constante presencia de sexo, drogas y de comportamientos desorbitados, las llevaron a alejarse en busca de un poco de tranquilidad. Al contrario, su hija, Debbie, decepcionada por no poder participar de forma exitosa en los negocios de su padre, comparte la vida agitada de Raymond con la finalidad de sentirse parte del éxito y de aliviar su decepción. Al alejarse sus parejas, Raymond vuelca su atención hacia su hija, e intenta ser un padre, aunque lo hace desde su particular visión de la vida. La incluye en sus fiestas, la integra con sus estrafalarios amigos, y le comparte y administra drogas.

De esta forma, El rey del erotismo, presenta a un personaje talentoso, gran empresario, visionario y rebelde. Con habilidad y trabajo logró varios éxitos cuyas consecuencias no sólo fueron económicas, sino también sociales. Un gran empresario que, como la película sugiere, no tiene porque ser un humano ejemplar. Sus contradicciones eran, hasta cierto punto inevitables. Su poderosa personalidad estuvo siempre por delante de toda empresa, ya sea en el ámbito familiar o del erostismo. Ésta, por un lado, le aseguró una gran fortuna y una controvertida reputación, y, por otro, le impidió sostener, por más que lo intentara, relaciones trascendentes y de genuina naturaleza. A su muerte, en 2008, dejó una gran fortuna y un desconcierto público debido a una vida llena de matices discordantes.

Calificación:3 estrellas

Ficha técnica