Película madre: The Terminator (1984)

Director: James Cameron

Actores: Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, Edward Furlong

Secuelas extras: Terminador 3: Rise of the machines (2003). Dir. Jonathan Mastow

Tratan de: Un fortachón cyborg con mala dicción, viaja en el tiempo para asesinar y luego proteger al líder del mundo futurista.

Terminator 2: El día del Juicio Final todo es más espectacular e intenso. Las máquinas mandan a otro asesino, el T – 1000, para matar a un joven John Connor, quien a su vez, manda a The Terminator para su protección.

En el futuro viajar por el tiempo es sencillo. Sólo con dos taparoscas más cinco pesos puedes ir a donde quieras.

Este T – 1000, es malvado y no se tienta el corazón ante nada. Es una especia de morph, con la cualidad de transformar su cuerpo idénticamente al de otro ser humano, y sus extremidades se vuelven armas punzo cortantes ante la menor provocación; además los impactos de bala sólo lo dañan momentáneamente… es casi indestructible.

Si esto no fuera suficiente, la cinta cuenta con secuencias de acción memorables: el vuelo del T – 1000 en su motocicleta hacia un helicóptero, y su incursión en el mismo en forma de metal líquido; o cuando la misma máquina es congelada y desfragmentada por un balazo de Terminator… y cuando creemos que es el fin, sus partículas se derriten y lo vuelven a formar. Un festín de efectos especiales. Caray. Son tan buenos que Transformers parece película del Santo (en la que cuelgan los OVNIs de cables)

Otro par de puntos son el soundtrack metalero (Guns & Roses sobretodo) y el sentimentalismo innato que le damos a una máquina al final. Si creían que se me había olvidado algo… no: este film incluye dos de las frases más famosas del mundo del celuloide: “I’ll be back” y “Hasta la vista, baby”. No se puede pedir más.