La cinta que demostró que David Bowie era de otro planeta cumple 40 años. La cinta de culto de 1976 del director Nicholas Roeg es considerada como una de las mejores películas de ciencia ficción de todos lo tiempos.
Roeg ya tenía un largo camino a su corta edad en el cine, había sido parte de la segunda unidad de filmación de la cinta Lawrence de Arabia, había trabajado ya con el prolífico director Roger Corman y había sido fotógrafo de François Truffaut en la cinta Fahrenheit 451.
Sin duda, una de sus cintas más famosas cuenta la historia de un extraterrestre que llega a la Tierra en búsqueda de agua para su planeta moribundo.
Para lograr este cometido, creó una empresa tecnológica para conseguir el dinero y al mismo tiempo se enamora de la terrícola Mary-Lou, protagonizada por la actriz Candy Clark.
Ahora que ya no tenemos a Bowie entre nosotros, se cumplen cuatro décadas de esta cinta que demostró que era en realidad un extraterrestre. Veamos algunos datos curioso de esta película de culto:
Esta fue la primera película en un un papel dramático para David Bowie. Tenía 32 años.
La cinta se filmó en tan solo 3 meses, pero se editó en más de 9. Cuando las películas se grababan en poco tiempo.
Mick Jagger fue considerado para hacer el papel del extraterrestre.
El soundtrack de la película nunca se publicó. Ahora a los 40 años, la pista sonora de sus creadores John Phillips y Stomu Yamashta, saldrá a la venta una versión especial de 2 CDs y de 2 LPs, poniendo fin a una disputa legal de 4 décadas.
Otro de los protagonistas pensados para interpretar al extraterrestre, fue el escritor Michael Crichton (Jurassic Park), quien con su altura de más de 2 metros, le hubiera podido dar la apariencia alienígena al personaje,
En los 70, Bowie apareció en dos películas protagonizado a un extraterrestre, El hombre que vino a la Tierra y Ziggy Stardust y las arañas de Marte. El espacio fue uno de los temas recurrentes de esa década.
Por su aniversario, el próximo septiembre se reestrenará en la salas del Reino Unido una versión restaurada en 4K.
La diseñadora de vestuario May Routh comentó que Bowie estaba tan delgado, que tuvo que usar vestimenta para jóvenes para que le ajustara la ropa.
Bowie era una persona muy hiperactiva y mientras se grababa la cinta, compuso canciones, escribió historias cortas; leyó libros, como la biografía del actor Buster Keaton y además grabó con una cámara de 16 mm que el director le dio.
Fueron tres películas en las que el director Nicolas Roeg utilizara a una estrella de la música. La primera fue Performance, con Mick Jagger, la de Bowie y depués Bad Timing con Art Garfunkel.